Contra lo previsto, mañana no empezará la campaña de la Asociación por la Tolerancia en los autobuses. La empresa Promedios, que gestiona en exclusiva ese soporte publicitario en Barcelona, Madrid y Valencia, entre otras ciudades, considera que la campaña es «polémica» y «puede hacer daño al medio». Aquí resulta polémico y dañino citar una sentencia del Tribunal Supremo, pues no otra cosa se proponía el anunciante al recordar la obligación de incluir un casillero castellano/catalán en los impresos de preinscripción escolar. Creíamos que el bus ateo había sido polémico, pero el alcalde Hereu y Promedios deben seguir este criterio: el «Dios no existe» no podía «hacer daño al medio» porque los creyentes no pintarrajean, rayan ni apedrean buses. Los favorables al incumplimiento de las sentencias lingüísticas probablemente sí.

16 Lunes / Dilluns

El Nobel de Economía Paul Krugman le da un chasco a Zapatero cuando iba a exhibirlo ante las cámaras como un trofeo. ¿Quién podía imaginar que el gurú socialdemócrata y neokeynesiano iba a calificar la situación española de «aterradora»? Zapatero, que lo veneraba, se desconcierta; en la etiqueta «Krugman» no le aparece el ítem reducción de salarios. Aquí, el nacionalismo gobernante, inasequible al desaliento, da su vuelta de tuerca semanal (tras el anuncio de la Ley del Cine) a esta díscola sociedad catalana a la que hay que ahormar de continuo porque a la que uno se confía se pone a hablar en castellano. Turisme anuncia inspecciones y futuras multas a hoteles y restaurantes. Hay que estar en todo. Me echo unas risas con Salvador Sostres en Canal Català cantando a dos voces, para pasmo de contertulios, «El senyor Ramon empaita les criades ».

17 Martes / Dimarts

Convergència no es independentista, aclara Mas en TV3. ¡Acabáramos! Josep Cuní lo pone en un aprieto citándole a destacados conmilitones, tipo Angel Colom. Como llevo un cabreo de antología con el director de una popular tertulia radiofónica y tengo el día atravesado, decido dos cosas. Una: renuncio a comprender a CiU. Dos: voy a mandar al cuerno la tertulia madrileña y a su director, personaje que sí merece, y con mayúsculas, un calificativo del que mucho se ha abusado: el de anticatalán. Ser catalán, con todas las ventajas y quebrantos que ello conlleva, es mi única forma de ser español. No tengo otra, y al que no le guste que le vayan dando.

18 Miércoles / Dimecres

El nacionalismo gobernante no contribuye a llevar estas cosas en paz. Mi moneda identitaria tiene un reverso: ser español es la única manera de ser catalán que me interesa. Por eso me espantan las delirantes intenciones del Departament d'Educació: va a convertir en ley la promoción, a través de la escuela, del «sentimiento de pertenencia a la nación catalana». La última palabra separa este proyecto del de José Ibáñez Martín, ministro de Educación en los 40. La inclusión de sentimientos en las normas jurídicas revela el nivel de irracionalidad y el talante antiilustrado que ha alcanzado el señor Maragall bis. Y estos eran la elite de la izquierda catalana Los mossos desalojan a los antiboloñeses de la Universidad y luego se lían a mamporros con todo lo que se mueve, especialmente si tiene aspecto de periodista.

19 Jueves / Dijous

Gran parte de la actuación policial, que hoy ocupa los noticiarios y las tertulias, no tiene justificación. Digo gran parte. Sería un error avalar o condenar en conjunto lo sucedido. Didac Ramírez, rector de la UB, consideró justamente que los antiboloñeses habían «cruzado la línea roja» tras las agresiones a un alumno y un vigilante, las coacciones, la escaramuza que impidió impartir clase a una vicerrectora y, en general, la «escalada de violencia».Pero el desalojo en sí sólo tomó un cuarto de hora. Lo ocurrido después merece ser investigado, a pesar de esta vana lección (y esta vanagloria) del rector: «Los mossos de hoy en día no tienen nada que ver con los grises, delante de los cuales a mí también me tocó correr». Vale, pero los golpes, golpes son, y los 27 periodistas vapuleados a pesar de sus identificaciones son una nueva mancha en el historial de Saura, que está teniendo un lustro fatal. Manuel Trallero me invita a gin tonic en el Murmuri pero no se anima a la penúltima en el Tirsa. Sospecho que no quiere salir de Barcelona, y el Tirsa cae en Hospitalet.¡Hay que viajar, caramba!

20 Viernes / Divendres

Mis viernes ya no transcurren en Madrid. Han sido cuatro años largos de aquí para allá. Y allá casi todo era bueno. Es una lástima que ese «casi», además de dirigir un programa, creyera que pastoreaba un rebaño. Se acabó la trashumancia. Me compro un archivador en el paseo de Gràcia. Cuando se inaugura una etapa hay que comprarse un archivador. No me pregunten por qué, es algo de derecho natural, una norma que debo seguir obedeciendo a un orden superior. Se me agota el teléfono móvil de tanta conversación como mantengo con amigos y compañeros capitalinos. Oye, ¿es cierto? Sí. Nos vemos en cualquier momento, Madrid está aquí al lado.Y yo estoy aquí, papá.